· 

CRÉELO DE CORAZÓN

La mayoría de los creyentes estamos conscientes del respaldo de Dios en nuestra vida. Lo sabemos de palabra pero, ¿lo creemos de corazón? Muchos de nosotros aún conociendo su promesa de permanecer a nuestro lado, dudamos de lo que podemos lograr y, lamento decirte esto pero, en ese aspecto Dios no puede hacer mucho. Esto una tarea que debes llevar a cabo por tu propia cuenta para descubrir tu valor y el significado que Él ya te dio, y dejar de lado lo que el mundo piense, crea o diga de ti.  
Así que si te sientes identificado con lo que te digo, debes saber que no eres el único, Dios tuvo que lidiar con muchas personas así y puedes encontrar sus historias en la Biblia. Un claro ejemplo es Moisés. ¿Recuerdas cuánto tuvo que convencerlo para ir ante el faraón? Dios mismo le dijo: "Yo estaré contigo", y aún así Moisés dudó de sí mismo.  
 
A veces lo que necesitamos no es que Dios nos diga nuestro valor, ni lo que significamos para Él, sino darnos cuenta y aceptar nosotros mismos ese valor. 
Por favor, lee las siguientes excusas  que Moisés le dio al Señor, y piensa si alguna de ellas te suena familiar.

 


-¿Quién soy yo para presentarme ante el faraón? ¿Quién soy yo para sacar de Egipto al pueblo de Israel?
-¿Qué hago si no me creen o no me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: "El Señor nunca se te apareció"?
-Oh Señor, no tengo facilidad de palabra; nunca la tuve, ni siquiera ahora que tú me has hablado. Se me traba la lengua y se me enredan las palabras.
Ahora lee la historia completa en Éxodo 3,4:1-14. Estoy seguro que al  leerla vas a encontrar un nuevo aprendizaje. 

Y recuerda, la imagen que tienes de ti mismo determinará si realmente le has creído a Dios, o no.
Centro de Formación Misionero y Pastoral Gilgal A.R.
Pbro.Aldo Pascual Flores Peña

Escribir comentario

Comentarios: 0